Bailando entre delfines
Diana siempre se ha considerado torpe. Aunque disfrutó de lo lindo bailando a bordo de nuestro catamarán desde Bávaro, ella no dejaba de insistir en que ni la coordinación ni los contoneos eran lo suyo, que prefería el agua. Por eso estaba en Punta Cana, para aprovechar al máximo el mar.
Pronto comprobamos que, en efecto, Diana es la típica persona tímida que se queda bloqueada si se le acerca alguien mientras baila.
Sin embargo, el mismo día que ella nos confesó su pequeño complejo, la llevamos a hacer snorkel junto a un grupo de delfines.
Y bajo el agua pudimos comprobar que Diana sabía bailar perfectamente. Tirabuzones de ballet, ondulaciones de danza urbana y hasta pasos de vanguardia. Con sus movimientos de buceo, Diana no tardó en llamar la atención de varios delfines curiosos y juguetones que se le acercaron. Nadó entre ellos con movimientos perfectos. Lo que ella consideraba movimientos torpes, bajo el agua se convertían en movimientos seguros y gráciles.
Diana sabía bailar perfectamente. Solo que hasta que no zambulló en Punta Cana no había dado con la pista ni con la pareja adecuada.
Sin duda, hay destinos que te cambian para siempre.